¿Tu hijo/a presenta cambios de comportamiento? Podría ser un trastorno de conducta

Los trastornos de conducta son un conjunto de comportamientos disruptivos que pueden interferir el desarrollo emocional, familiar, social y académico. Cuando un niño o niña comienza a mostrar patrones repetitivos de comportamiento que son problemáticos, es importante no pasar por alto estas señales, ya que podrían estar relacionados con un trastorno de conducta.
En este artículo, exploraremos qué es el trastorno de conducta (TC), sus tipos, síntomas y cómo abordar este problema de manera efectiva.
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¿Qué es el trastorno de conducta (TC)?
El trastorno de conducta es un trastorno del comportamiento que se presenta principalmente en la infancia o adolescencia, y se caracteriza por un patrón persistente de conductas agresivas, desafiantes, impulsivas o antisociales que se saltan las normas sociales o los derechos de los demás.
- Puede empezar antes de los 10 años (inicio infantil) o después (inicio adolescente).
- Es más frecuente en niños que en niñas.
- Si no se trata, puede desarrollarse en la edad adulta como un trastorno de personalidad antisocial.
Este trastorno se clasifica generalmente en dos categorías: trastorno de la conducta en niños más pequeños y trastornos graves de conducta, que suelen ser más intensos y persistentes en la adolescencia. Aunque no todas las conductas disruptivas son indicativas de un trastorno de conducta, cuando los comportamientos se vuelven crónicos y afectan la vida diaria, es crucial buscar ayuda profesional.
El Trastorno de Conducta muchas veces coexiste con otros trastornos, como:
- TDAH en adolescentes (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
- Depresión
- Ansiedad
- Dificultades de adaptación escolar
- Consumo de sustancias en la adolescencia.
Tipos de trastornos de conducta en niños
Los trastornos de conducta en niños pueden manifestarse de diferentes maneras. Los tipos más comunes incluyen:
- Trastorno de conducta agresiva: Se caracteriza por comportamientos violentos o destructivos, como pelear, destruir objetos o hacer daño a los demás. Este tipo de trastorno suele estar relacionado con la frustración, el control de impulsos o problemas de regulación emocional.
- Trastorno de conducta desafiantes: Los niños con este trastorno muestran un patrón de desobediencia, discusión constante y desafío hacia la autoridad, ya sea en casa o en la escuela.
- Trastorno de conducta antisocial: Los niños con este trastorno tienen poca empatía hacia los demás y pueden mostrar actitudes de desconfianza o incluso crueldad. A menudo, este tipo de trastorno se asocia con un comportamiento impulsivo y la falta de remordimiento por acciones dañinas.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de conducta?
Los síntomas del trastorno de conducta (TC) varían según la gravedad del trastorno y la edad del menor, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Conductas agresivas hacia otras personas, como empujar, golpear, morder o iniciar peleas físicas.
- Mentiras recurrentes o robos, tanto en casa como en otros entornos, sin mostrar remordimiento.
- Ausencia de culpa o empatía después de realizar acciones que perjudiquen a otros, aspecto que indica una marcada insensibilidad emocional.
- Actos deliberados de vandalismo, incluyendo la destrucción de objetos personales o propiedad de otros.
- Desobediencia persistente ante figuras de autoridad, con un incumplimiento reiterado de normas impuestas por los padres, maestros u otras personas responsables.
Es importante notar que estos síntomas deben ser persistentes y no es suficiente con que ocurran en algunas ocasiones. El trastorno de conducta es un patrón continuo que afecta significativamente la vida del niño y su entorno.
Causas y factores de riesgo del trastorno de conducta
Las causas del trastorno de conducta no son completamente comprendidas, pero diversos factores pueden influir en su aparición. Estos factores incluyen:
- Genética: Los antecedentes familiares de trastornos psiquiátricos o problemas de conducta pueden aumentar el riesgo de que un niño desarrolle este trastorno.
- Entorno familiar: Crecer en un ambiente permisivo, con falta de límites o incoherentes o falta de supervisión puede contribuir a la aparición de este tipo de trastornos.
- Factores sociales: La exposición a situaciones de violencia, acoso o problemas en la escuela también puede aumentar el riesgo.
Es importante destacar que estos factores rara vez actúan de manera aislada. Por lo general, el trastorno de conducta surge de una combinación de influencias genéticas, ambientales y neurobiológicas que interactúan de forma compleja. Esta comprensión multifactorial subraya la necesidad de evaluaciones clínicas completas y enfoques terapéuticos integrales que tengan en cuenta el contexto individual de cada niño.
¿Cómo tratar los trastornos de conducta en infantes y adolescentes?
El tratamiento para el trastorno de conducta (TC) debe ser individualizado y adaptado a las necesidades del niño. Algunas de las estrategias más efectivas incluyen:
- Terapia cognitivo-conductual: Esta terapia ayuda a los niños a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos, impulsivos y destructivos, mejorando así su comportamiento.
- Terapia familiar: Dado que los trastornos de conducta a menudo se ven influenciados por la dinámica familiar, la terapia familiar puede ser útil para mejorar la comunicación y establecer límites saludables en casa.
- Intervenciones en la escuela: Es esencial trabajar en conjunto con la escuela para asegurarse de que el niño reciba el apoyo adecuado, tanto académico como emocional, para manejar su comportamiento.
- Tratamiento médico: En algunos casos, los niños con trastornos graves de conducta pueden necesitar medicamentos para tratar problemas subyacentes como la ansiedad, la depresión o los trastornos de atención.
- Entrenamiento para padres: Proporcionar a los padres herramientas y estrategias de manejo conductual es fundamental. Este tipo de intervención les enseña a establecer límites claros, reforzar conductas positivas y responder de manera efectiva a los comportamientos problemáticos, lo cual mejora significativamente la relación entre padres e hijos y reduce la frecuencia de los síntomas.
¿Dónde buscar ayuda para el trastorno de conducta?
Si sospechas que tu hijo podría tener un trastorno de conducta, es fundamental buscar ayuda profesional lo antes posible. Los especialistas en salud mental, como psicólogos infantiles, psiquiatras y terapeutas familiares, son los más indicados para realizar una evaluación y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
Si necesitas más información sobre cómo tratar los trastornos de conducta en niños, puedes consultar recursos especializados como el Internado Amalgama7, que ofrece apoyo y orientación profesional para manejar estos desafíos.
Psicóloga con más de 10 años de experiencia, especializada en adolescentes, bienestar emocional y adicciones comportamentales. Número de colegiada 23.011. Coordinadora de I+D+i y de prácticas universitarias. Divulgadora con amplia experiencia en talleres de prevención para adolescentes y sus familias. Colaboradora activa en proyectos de innovación, publicaciones científicas y congresos especializados.