Consejos para madres y padres durante el confinamiento

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Actualmente, la pandemia por la COVID-19 ha provocado que la gran mayoría de países del mundo recomienden a sus ciudadanos permanecer en casa o en algunos casos, como España, se decrete el confinamiento de toda la población. El confinamiento o aislamiento es una medida excepcional que tiene como objetivo contener o minimizar la propagación de enfermedades infecciosas.

Esta situación comporta un cambio en el día a día y la imposibilidad de llevar a cabo acciones de la vida cotidiana como por ejemplo la libertad de salir de casa, hacer deporte al aire libre, quedar con los amigos…

Una mala gestión psicológica de la situación puede comportar un impacto emocional y unos efectos negativos en la salud mental: estrés, aburrimiento, ansiedad, ira, aislamiento, depresión, insomnio…

Aun así, el confinamiento puede ser una oportunidad para establecer y consolidar la relación familiar. Estar en casa y compartir momentos puede tener también efectos positivos en el entorno familiar. Algunos de estos efectos son:

Reforzar vínculos. Es una gran oportunidad para hacer cosas en familia: jugar, leer, cocinar, ver una película juntos o incluso hacer deporte.
Hablar con los jóvenes de sus miedos, preocupaciones, necesidades, etc. Y resolver, si se puede, sus dudas sobre el tema actual, siempre en base a fuentes fiables.
Convertirse en un ejemplo. En estas situaciones de estrés, incertidumbre y miedos, es importante mantener la calma y ser pacientes. Los padres siguen siendo el modelo de comportamiento de sus hijos.
Aprender a planificar y consolidar rutinas. El hecho de no ir a la escuela no implica dejar de lado las rutinas. Se pueden crear calendarios y horarios para las comidas, para ducharse, para hacer tareas de la escuela, pero también un rato para el ocio.

 

Actitudes fundamentales durante el confinamiento

Los padres son un modelo a seguir, y cuanto más tiempo pasen juntos, más aprenderán los jóvenes sobre ellos. Durante el confinamiento, son muchas las horas que se comparten, por lo que hay una serie de actitudes que los adultos tendrían que tener en cuenta:

Naturalidad. Los padres y madres también tienen impulsos y emociones. Actuar con naturalidad y expresarnos deja ver que todos somos humanos, que es normal estar aburrido o estresado y que todo el mundo comparte la misma situación.
Saber pedir perdón y perdonar cuando hay alteraciones o se manifiestan actitudes de impaciencia. Los padres son el principal ejemplo de los hijos, sobre todo en épocas en las que se comparten muchas horas juntos.
Hacer entender a los jóvenes que confiamos en ellos. Una vez establecida la rutina, se tiene que confiar en que los adolescentes siguen con el patrón acordado. De este modo, los más jóvenes de la casa pueden sentir cierta autonomía. En todo caso, si no se cumplen, siempre se recomienda hablar con ellos y hacerles entender la necesidad de seguir una rutina.

 

Recomendaciones durante la cuarentena

Mantener una rutina. Acordar un horario y un espacio concreto para comidas, ocio, higiene, descanso, etc.
• Permitir que sean los mismos adolescentes los que elaboren un plan de actividades: juegos de mesa, ver películas, series, etc. Así sentirán que los familiares confían en ellos y acontecerán más autónomos.
Hacerlos participar en actividades colectivas: aplausos a los sanitarios, juegos con toda la familia…
Alabar las actividades que ha propuesto o en las que ha participado.
Realizar actividades conjuntamente, como por ejemplo preparar las comidas, ver películas o practicar deporte.
Dar valor a las tareas domésticas y compartirlas. Por ejemplo, se pueden preparar las comidas en familia y después recoger cada cual su plato y lavarlo. Es importante que los padres no hagan las tareas que corresponden a los hijos, ni pedirlas cuando haya barreras emocionales (enfado, ira): mejor solucionar la situación.
Reducir el uso de dispositivos electrónicos. La mejor manera es pactar normas con sentido común como, por ejemplo, no ir a dormir con el móvil o no usarlo durante las comidas. Y, sobre todo, es muy importante predicar con el ejemplo.
Recurrir al sentido del humor. Puede ser una buena herramienta para reducir la tensión de la situación y crear una buena relación con los más jóvenes.
Ser pacientes y hacer reflexionar a los más jóvenes sobre sus actitudes. Tienen que comprender que es una etapa pasajera y que este sacrificio es una contribución por el bienestar de todo el mundo.
Pedir ayuda si fuera necesario. Muchos servicios de psicología, como Amalgama7, continúan ofreciendo atención online.

 

Referencias

Adolescentes en casa: los expertos aconsejan paciència, flexibilidad y dar información. El País.

Pautes per conviure amb els adolescents. Ara.cat

Las reflexiones de un psiquiatra para manejarnos en el confinamiento con niños. ABC.

Doce claves para que los hijos col·laboren en las tareas domésticas. ABC.