Una de las consecuencias más graves del confinamiento por coronavirus fue el aumento de la violencia doméstica. Si bien ya existía preocupación por las personas que conviven con parejas o cónyuges violentos, varios estudios han observado que las conductas agresivas de hijos a padres también se han intensificado debido a las condiciones de la COVID-19. Según un estudio de las universidades de Oxford y Manchester, el número de episodios violentos de hijos a padres se disparó hasta un 70% durante el confinamiento. Esto ha evidenciado una realidad normalmente silenciada, con menos atención por parte de las autoridades y medios, pero con daños y perjuicios similares a la violencia de género.
En este contexto, Amalgama7 ha desarrollado un estudio sobre la violencia filio-parental durante la pandemia de la COVID-19 en el marco del estado español, cuyos resultados se discutirán y presentarán entre los meses de noviembre y diciembre.
Uno de los principales factores del incremento de la violencia filio-parental fue el cambio en la rutina, e incluso la falta de ésta. La clausura de las escuelas y de la mayoría de los servicios cara-a-cara hizo que la tensión en hogares con problemas se intensificara. A menudo, los adolescentes o jóvenes que presentan conductas agresivas sufren traumas, problemas de salud mental, trastornos de la conducta y/o problemas de aprendizaje. Esto conlleva unas necesidades específicas que, durante el aislamiento social, se vieron negadas; lo que derivó en un estado emocional más volátil, vulnerable y explosivo.
Para estos jóvenes, tener una red de apoyo (ya sea amistades, escuela, extraescolares…) es especialmente importante. Al perder parte de esta red de apoyo, perdieron una de las herramientas más esenciales para mantener cierta estabilidad y gestionar las emociones.
Del mismo modo que los otros tipos de violencia intrafamiliar, la violencia de hijos a padres suele manifestarse en un ciclo que consiste en varias fases:
La situación del confinamiento ha provocado una aceleración o incluso rotura de estos ciclos, intensificando la fase de acumulación de tensión y produciendo explosiones más frecuentes e impredecibles.
La invisibilidad de este problema suele ser debido a los sentimientos de vergüenza de los padres y de la culpabilidad de denunciar a sus hijos, que a menudo les impide pedir ayuda externa. Sin embargo, es esencial informar de la situación a especialistas y buscar asistencia psicológica lo antes posible para evitar que la situación llegue a ser crítica.
Para saber más, puedes consultar este artículo con información clave sobre el documental «Hijos maltratadores, padres con miedos», emitido en el programa Sense Ficció de TV3.
Coronavirus: The parents in lockdown with violent children
Report uncovers dramatic spike in children abusing parents during COVID-19 pandemic
La violencia filio-parental: causas, fases y cómo poner remedio a las actitudes de tu hijo
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